dijous, 12 de maig del 2011

Abril calido y lluvioso ¿dejan a Mayo frío y ventoso?

Algunos ya conoceis mi pasión por las predicciones del tiempo y por el tiempo en sí.
Supongo que a raíz de Vitoria y sus meses y meses viendo en cielo gris, esta "obsesión" se ha acentuado...
Suelo leer el blog de J.A Maldonado en eltiempo.es y os voy a dejar su última entrada, ya que habla del excepcional mes de Abril no sólo por el calor generalizado si no por las lluvias que se han producido en el Sur.

Yo personalmente, recordaré este año como el año en que por fín vi el Sol en Vitoria antes de Junio, y el año en el que por fín me pude estrenar en el césped del campus! Además fui a la playa y todoo! Por lo menos no me llevaré tan mal sabor de boca cuando en 15 días me vaya definitivamente.

Aquí va la entrada del blog que os he dicho http://maldonado.eltiempo.es/ 

Jueves, 12 de mayo, 2011

Un mes de abril para recordar

     Calificativos como “anormal” o “infrecuente”, entre otros, son válidos para señalar cómo fue en el aspecto termométrico el pasado mes de abril. Hay que remontarse a la primera mitad del siglo XX para encontrar una semana abrileña con temperaturas medias tan altas en muchas regiones españolas, pero sobre todo en las del centro y el norte peninsular.
     Al observar los datos de la presente ocasión llama poderosamente la atención con arreglo a los mismos  el que al mes no se le pueda catalogar en ningún observatorio no solo como “extremadamente frío”, “muy frio” o “frío”, sino ni siquiera “normal”. Como mínimo fue “cálido”, y esto solo sucedió en Santa Cruz de Tenerife; se puede calificar de “muy cálido” en ocho (Badajoz, Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba, Ceuta, Melilla y Las Palmas de Gran Canaria) y “extremadamente cálido”, con respecto a los valores medios de estas fechas, en todas las demás.
     Hay que resaltar además que las temperaturas fueron bastante altas en la primera quincena. De haber continuado la misma tónica durante la segunda, las medias habrían sido insólitas desde que vienen realizándose mediciones continuas diarias.
     Y si se me ha ocurrido decir que será un abril para recordar, no solo es por esos valores termométricos (cuando haya transcurrido no mucho tiempo, poca personas retendrán este aspecto en la memoria) sino también, e incluso más, por los días en los que se produjeron el mayor número de precipitaciones. Nuestros campos estaban ávidos de agua (de hecho, quizá a algunos trigos del sur no les haya llegado a tiempo) y los agricultores padecían al ver que transcurrían los días y esta no caía. Pero, mira por donde, después de un Domingo de Ramos reluciente, una borrasca atlántica, que ya había afectado a Canarias, se situó en el suroeste de la Península y  estuvo dando origen a lluvias en gran parte de la Península,  especialmente en el sur , precisamente durante la Semana Santa, como comentábamos en un artículo anterior.
     En cuanto a las cantidades totales recogidas a lo largo del mes el panorama fue mucho más variopinto que con respecto a las temperaturas. En ninguna capital se puede hablar de una treintena extrema ni por seca ni por húmeda pero sí caben los demás calificativos. En ocho fue “muy seca” (Pontevedra, Oviedo, Santander, Bilbao, San Sebastián, Pamplona, Barcelona, Tarragona); en seis, “seca” (Vitoria, Salamanca, Logroño, Huesca, Gerona y Palma de Mallorca); en diez, “húmeda” (Orense, Ávila, Teruel, Madrid, Badajoz, Castellón, Córdoba, Málaga, Jaén y Santa Cruz de Tenerife) y en doce “muy húmeda”, León, Burgos, Zaragoza, Cuenca, Toledo, Valencia, Alicante, Huelva, Sevilla, Cádiz, Granada y Las Palmas de Gran Canaria). En las restantes los valores estuvieron muy próximos a los medios y, por tanto, normales.
     A la vista de lo que hemos comentado no es de extrañar que se registrasen numerosos records termométricos siendo en, cambio, solo fueron tres los debidos a las precipitaciones.




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